viernes, 16 de septiembre de 2011

1. Un Mañana con Pasado

Víctor Martell
2007
  
Hablar de El Mañana y de la familia Deándar, es penetrar a un submundo donde las intrigas, traiciones, golpes bajos y extorsiones se entremezclan con personajes del hampa y corruptos funcionarios de primer nivel, todo ello encubierto bajo la máscara de una falsa respetabilidad que ahora les permite lanzar su golpe más audaz: pretender apoderarse de la presidencia municipal de Nuevo Laredo.

El objetivo es "emancipar" el municipio y entregarlo a los intereses más reaccionarios mediante su anexión a Nuevo León.

Víctor Martell denuncia esta siniestra intriga en las páginas de "Un Mañana con Pasado", más que un libro, un llamado de alerta a los neolaredenses, invitándolos a la reflexión en este momento crucial, cuando está en juego el destino de Nuevo Laredo.

Víctor Martell, aguerrido luchador social en Coahuila y Tamaulipas, toma la pluma, no en busca de lucimiento literario, sino para desenmascarar a los enemigos públicos número uno de esta ciudad, sus inconfesables y enriquecimiento ilícito al servicio de los traficantes de drogas, así como las extorsiones a funcionarios públicos y su lucha por el poder, obteniendo "posiciones" a base de presiones con su periódico El Mañana.

Martell hace un llamado para rechazar a estos sicópatas, cuya fortuna y control de un medio de comunicación los vuelve doblemente peligrosos y no permitir que por su capricho, y obsesión de poder, detengan el avance que con tantos trabajos hemos logrado en Nuevo Laredo.

2. INTRODUCCION:

Breve Semblanza de Ninfa Deándar Martínez 


Una herencia de corrupción, una cadena interminable de extorsiones y un basamento constante de presiones políticas y económicas  para mantener vigente las ediciones de sus periódicos El Mañana y La Tarde, son y han sido los factores y características predominantes de Ninfa Deándar Martínez en el ámbito de la información escrita en Nuevo Laredo.
Enclaustrada en una falsa leyenda  embrionaria y copada por una publicidad difundida por ella misma en el sentido de que lleva consigo la misión de ennoblecer el reducido y exclusivo campo del periodismo fronterizo cargando con el peso que ello requiere, Ninfa Deándar Martínez se ha dedicado a difundir, aparte de sus traumas y fiebres oníricas, conceptos y posturas que de ninguna forma  van con la realidad de su persona y primordialmente con su imagen de fiel defensora de los derechos ciudadanos.

Inmiscuida e imbuida en todo lo negativo que deja una vida licenciosa llena de actos truculentos, la propietaria de Editora Argos, S.A. de C.V., ha navegado por sendas tortuosas que van desde la meditación cósmica, hasta el tenebroso mundo  de las drogas; de nefastas campañas y ataques injustificados que buscan inútilmente un lugar en la alta sociedad que la rechaza y a la cual trata de filtrarse utilizando las páginas sociales de su periódico matutino El Mañana.

A principios de la década de los ochentas, cuando conoce al entonces fiscal regional de la Procuraduría General de la República, Carlos Aguilar Garza, quien después se convertiría  en uno de los principales capos de las mafias del norte de Tamaulipas y neolaredenses, Ninfa Deándar Martínez inicia una escalada de ataques periodísticos para obtener ingresos del narcotráfico, para lo cual afianza una dupla nefasta que va más allá de la relación simple o de amistad.

Estando en quiebra el vespertino La Tarde, Ninfa logra convencer a Aguilar Garza a que compre las acciones del rotativo, pero al reprocharle sus familiares que tales nexos la involucrarían con el narcotráfico, opta por romper las relaciones y se lo quita sin regresarle el dinero invertido. Ante esta situación, Carlos Aguilar Garza funda el periódico El Águila (registro sugerido por el escritor Mauricio González de la Garza) y el pleito entre ambos, por lo pronto, queda en paz, sobre todo cuando Aguilar Garza va a dar a la cárcel en 1989.

Ante la separación del este oscuro binomio, la editora inicia verdaderas campañas difamantes tendientes a obtener más ingresos, presionando sobre todo a las mafias del crimen organizado y el contrabando con la única finalidad de curarse en salud ante la ciudadanía. Así, en corto tiempo, Ninfa trató de limpiar su nombre ante la sociedad, aspecto que logró en parte al adquirir una residencia en la colonia Madero en donde viven los millonarios y principales líderes del narcotráfico de la ciudad, así como casando a su hija Ninfa Tomasa con un heredero de comerciantes quien posteriormente la abandonó, aunque su siguiente marido de apellido Calderón, murió en circunstancias sospechosas en un tramo de la carretera Nuevo Laredo-México. Sin embargo, a los vicios a los que la indujo Aguilar Garza a Ninfa Deándar Martínez, nunca se los quitó, pese a que difunde estar sujeta a constantes sesiones de fontaneo y descongestión de su principal afección: la cocaína.

Sus relaciones con los gobiernos federales han sido siempre  la tónica oportunista de Ninfa Deándar. En los tiempos de José López Potrillo se apoderó del teatro de la Escuela Técnica Industrial 239 y con dinero del narcotráfico, específicamente de Carlos Aguilar Garza, lo remodeló en su totalidad en una franca demostración de lavado de dinero que todavía es fecha que no regresa el inmueble al plantel.

Tanto con Luis Echeverría como con López Portillo, utilizando a su compadre Jorge de la Vega Domínguez, con quien según su currícula "tuvo una relación amorosa" y su amigo Juan José Bremer (quien le entregara el teatro) organizó festivales costosos en "honor de las madres" con artistas de renombre pagados por la Secretaría de Estado.

Durante el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, el personaje en cuestión se filtró por medio de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), por lo que durante seis años no fue molestada por sus ataques al sistema, y desde luego poner un dique para que no se le relacionara con el narcotráfico.

Cuando Carlos Salinas de Gortari llegó al poder, en ningún aspecto se le tomó en cuenta, optando por hacer alianzas con partidos de la oposición, dándole, en primer término, un fuerte respaldo a Cuauhtémoc Cárdenas y sus seguidores.

Cuando de nueva cuenta Cuauhtémoc Cárdenas se lanzó en busca de la Presidencia de la República, Ninfa Deándar desató una feroz campaña en contra del Partido Revolucionario Institucional y sus pre-candidatos, principalmente contra el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Pedro Aspe Armella.

Ante la nominación de Luis Donaldo Colosio como candidato del PRI a la Presidencia, Ninfa intentó acercarse a él con el objetivo de aprovechar su influencia, pero la mano de Aspe Armella se hizo presente en marzo de 1994 cuando ordena una auditoría al periódico El Mañana que concluyó en el lapso de un año con una multa de dos mil millones de los llamados entonces viejos pesos.

En un principio Ninfa quiso contrarrestar el ataque de Pedro Aspe Armella utilizando la fuerza política de Colosio, pero éste, que había sido humillado por Heriberto Cantú Deándar (a) Tico en un viaje que hizo a esta ciudad en mayo de 1993, no alcanzó a ayudarle,  pues fue asesinado en el mismo mes en que se inició la auditoría.

Con relación a los gobiernos estatales, durante el régimen del doctor Emilio Martínez Manautou, Ninfa presionó al mandatario estatal para que le cediera la Delegación de Policía, el Centro de Readaptación Social Número 1 y el Departamento de Alcoholes, logrando éste último para un trabajador suyo que le cuidaba los perros en su casa y que con el tiempo se convirtió en uno de los principales lenones de la ciudad: Heriberto Elizondo (a) El Cuate; dueño de varios prostíbulos ubicados en el centro en donde se promueve la prostitución y la pornografía.

Dentro de las mismas presiones y a sugerencia de Mauricio González de la Garza (quien después se convirtió en su más acérrimo enemigo) un hermano de éste, Rodolfo, obtuvo la Oficina Fiscal del Estado, de la cual fue despedido posteriormente por incompetente e incapaz.

Atacó sistemáticamente al ingeniero Américo Villarreal Guerra para que la nominara candidata del PRI a la presidencia municipal en Nuevo Laredo y al no lograrlo por el poder que mantenía el dirigente cetemista Pedro Pérez Ibarra en los círculos políticos y laborales de la ciudad, en varias ocasiones anunció su caída como gobernador.

Con Manuel Cavazos Lerma actuó en un principio con sigilo, aunque no dejó de atacarlo con publicaciones y caricaturas para exhibirlo como un tecnócrata amigo del vilipendiado ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien por su parte no cedió a los acostumbrados subsidios a que estaba impuesta.

Ante la asunción como gobernador, Tomás Yarrington Ruvalcaba cedió a las presiones de la editora, por lo que desde el inicio del sexenio ha obtenido prebendas y grandes cantidades de dinero al vender "espacio y no criterio", su lema, sin dejar de atacarlo con la intención de ocultar las extorsiones a las que está acostumbrada.

Con respecto a los presidentes municipales, a todos los ha presionado para sacarles jugosos "convenios" mensuales y publicidad copiosa que cobra por separado. Uno que no se dejó sobornar (Jesús Cárdenas Duarte) fue pasto de una cruel campaña de insultos, vejaciones y calumnias que aún el ex presidente no puede desligarse, pues ostenta una imagen de ladrón y bribón.

Desde los tiempos de Carlos Enrique Cantú Rosas (1975-1977) Ninfa Deándar Martínez ha pretendido llegar a la presidencia municipal de este puerto fronterizo con la sigla del PARM, pero su ahora amigo nunca lo permitió. Luego hizo varios intentos en el Partido Revolucionario Institucional, pero ahí se topó con Pedro Pérez Ibarra, quien después con un periódico en las manos (Laredo Ahora) le replicaba a la editora con notas y encabezados muy sugestivos, tachándola de consumidora de marihuana.

Dentro de sus pretensiones personales, la multicitada Ninfa Deándar Martínez siempre ha tenido la idea de separar a Nuevo Laredo del estado de Tamaulipas para que sea anexado a Nuevo León o simplemente lograr la creación de un "municipio independiente" . Para ello ha llevado a cabo campañas insistentes que en parte fueron frenadas por el ex gobernador Manuel Cavazos Lerma. Entre sus allegados se afirma  que de llegar a la presidencia municipal,  lo primero que habrá de promover es la mencionada separación de esta ciudad del territorio tamaulipeco.

En cuanto al presidente Zedillo, basta leer las notas diarias de sus periódicos para enterarse el trato que siempre le dio, utilizando para ello una falsa bandera de una honestidad periodística y una limpia moral que ni por asomo existen en su persona. Sin embargo, con Vicente Fox, a quien apoyó a lo largo de su campaña, espera el respaldo para obtener su objetivo y anhelo de muchos años: ser presidenta municipal, o en todo caso, que su hijo Heriberto lo sea, obviamente ahora con la sigla del PAN.

Estos son algunos aspectos que rodean a Ninfa Deándar Martínez y que en el presente análisis se irán desmenuzando en sus diversas facetas y después de todo esto, la opinión más valiosa será la de usted, la de todos los neolaredenses.

3. Ninfa María Deándar Martínez

EL EXPEDIENTE

Ninfa María Deándar Martínez nació en Nuevo Laredo el 16 de noviembre de 1940. De acuerdo a los datos aportados por ella misma a los representantes del Gobierno Federal, su infancia estuvo llena de limitaciones económicas que se prolongaron hasta el año de 1947 cuando su padre fue designado presidente de la Junta de Administración Civil a raíz de la desaparición de los poderes estatales a cuyo frente estaba el licenciado Hugo Pedro González Lugo; en ese entonces Heriberto Deándar Amador sustituyó al ingeniero Jesús M. García en el principal cargo de la ciudad. 

A partir de 1948, la situación económica de los Deándar Martínez mejoró de manera notable aunque discreta, El Mañana, señala un informe del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, que no utiliza papel membretado por ser documentación de apoyo, "era considerado un pasquín que sólo tenía como objetivo el chantajear a la familia Longoria y difamar a otros miembros de la sociedad de Nuevo Laredo".

"En 1946 –señala el informe elaborado en julio de 1995- Ninfa Deándar ingresó al Colegio América para sus estudios primarios y posteriormente fue inscrita en el colegio para monjas Hermanas Ursulinas de Laredo, Texas, para proseguir sus estudios preparatorianos en el Laredo Junior College.

"En 1962 se inscribe en la universidad privada Labastida de Monterrey, Nuevo León, con la finalidad de cursar la carrera de Administración de Empresas, la cual no concluye, pues el año siguiente, en 1963, ingresa a la Facultad de Comercio de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuyos estudios no termina optando por regresarse a Nuevo Laredo.

"En 1965 se inicia en el periodismo como jefa de redacción en El Mañana,  justo en los días en que se encontraba  en bancarrota y con gran acumulamiento de deudas.

"Al fallecer Heriberto Deándar Amador en 1968, Ninfa se hace cargo de la dirección de El Mañana, sin embargo el periódico no levanta hasta que traba amistad con el licenciado Jorge de la Vega Domínguez, entonces director general de Conasupo.

"De la Vega Domínguez le sirve de contacto con el influyente político Fausto Loredo Zapata y otros políticos cercanos a Luis Echeverría Álvarez. Son años en que El Mañana inicia su etapa de recuperación.
Se compra nueva maquinaria y se contratan reporteros y directores, pero una explosión de gas, que Ninfa maneja como un atentado dinamitero de parte del Gobierno Federal, señalando que fue para acallar su línea editorial e informativa, logra ganar lectores e influencias.

"Ya instalado en el poder municipal el parmista Carlos Enrique Cantú Rosas, Ninfa estrecha su amistad al segundo año de la administración (1976), misma que se ha prolongado hasta la fecha, incluso rechaza en varias ocasiones el ofrecimiento de ser candidata a la presidencia municipal por el PARM, misma que acepta el empresario Lauro Luis Longoria.

"En 1976, durante el festejo del Día de la Libertad de Expresión, Ninfa Deándar es invitada especial a la ceremonia y es colocada a la derecha del presidente Echeverría Álvarez llamando no tan solo la atención de los periodistas nacionales y editores, sino de encumbrados políticos. En ese año Ninfa inicia una relación muy estrecha con el escritor Mauricio González de la Garza en la que ambos obtienen ventajas, pues diseñan campañas de chantaje a los alcaldes de Nuevo Laredo. Esta relación de Ninfa con Mauricio trajo más ventajas para la editora, pues con la intermediación del escritor neolaredense conoció al licenciado Luis Donaldo Colosio Murrieta y Jorge Carpizo MacGregor cuando éste fue titular de la Procuraduría General de la República.

"En el sexenio presidencial pasado, la amistad de Ninfa y Mauricio acabó de forma dramática, pues este último acusó a la primera de haberlo vendido con el gobernador Manuel Cavazos Lerma por 176 mil dólares (Mauricio en una de sus columnas manejó la cifra de 150 mil dólares). Ninfa le cerró el espacio en su periódico y Mauricio se fue a escribir a El Diario.

Antes de morir el escritor, tanto Ninfa como Mauricio se habían reconciliado; pero los ataques entre ellos no dejaron de manchar las investiduras que ellos creían pulcras.

4. LOS DEÁNDAR ACABARON CON LA VIDA DE MAURICIO GONZÁLEZ DE LA GARZA

"Me vendieron muy barato": MGG

A nivel local, estatal y nacional, Ninfa Deándar Martínez presume tener amigos periodistas en la capital del país y de pertenecer a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y hace alarde de mantener lazos de amistad con editores y columnistas como Julio Sherer García, Manú Dornbierer, Carlos Ramírez, Rafael Loret de Mola, Catalina Noriega y otros de indudable renombre. Cuando en 1995 buscaba la candidatura a la presidencia municipal, Ninfa declaró al semanario Clave del Noreste (edición del 24 de julio) el haber consultado con Sherer García  lo relacionado a su posible postulación con la alianza PAN, PRD, PFCRN y PARM.

"Yo estaba muy confundida y hablé con un muy querido amigo mío, Julio Sherer, mi maestro después de mi padre y le dije: Compadre, tengo un conflicto interior: el periodismo y la política. No sé, no encuentro cómo o qué decirle al Partido Acción Nacional, que me está invitando a participar en política. Siento como un poco de contradicción interna. Y me dijo: No, es muy fácil, comadre. Simple y sencillamente es el mismo camino en distinta actividad. Tú no tienes porqué sentirte mal".

En el mismo semanario se señala:

"Deándar se limita a indicar que con esta postulación no busca nada, "ni poder, porque no estoy enajenada, gracias a Dios".

Agrega la entrevistadora Judith Terrazas:

"Insistió (Ninfa) en que el enajenamiento por el poder actualmente es una locura, e incluso una patología, porque según sus propias palabras "los priístas son gente sin alma".

En archivos federales se hace destacar que la amistad de Ninfa con periodistas nacionales se debe a los contactos que con ellos hizo el escritor y periodista neolaredense, Mauricio González de la Garza  "con quien la propietaria de El Mañana reafirma su amistad en el año de 1972".

En efecto. Ninfa Deándar mantuvo una amistad muy cercana con Mauricio, que según sus amigos cosechó a través de algunos familiares residentes en esta ciudad. Así, por varios años, González de la Garza escribió casi a diario una columna en El Mañana titulada "Mauricio Dice"... en donde abordaba temas nacionales y de vez en cuando locales, estos últimos eran los que más llamaban la atención a sus lectores. Es más, en su libro Carta a Miguel de la Madrid, en su edición de mayo de 1987, escribe:

"Si en este país, don Miguel, usted no hubiese matado los espejos, yo no tendría que escribir esta carta. Todos los días en los editoriales de los periódicos encontraría voces que le dijeran aunque fuera verdades pequeñas, si usted no le tuviera miedo a la verdad, Excelsior sería, como le corresponde, el diario de la vida nacional, y no el diario oficial de su jefe de prensa. Y los espejos que sí quedan, son El Norte y El Porvenir de Monterrey, El Dictamen de Veracruz, El Mercurio de Ciudad Victoria o El Mañana de Nuevo Laredo y Reynosa".

Este tipo de distinciones por lo regular las enmarcaba el escritor en sus columnas y libros, de esta manera agradecía a Ninfa su interés por sus colaboraciones. Por ello cuando viajaba a Nuevo Laredo en calidad de visitante, la editora era la primera que lo recibía y juntos pasaban madrugadoras veladas en una bohemia elitista en donde los invitados eran escogidos. Fue en una de esas veladas cuando Ninfa le presentó a Mauricio al coordinador de las Agencias del Ministerio Público Federal en los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, licenciado Carlos Aguilar Garza; el escritor lo aceptó como su amigo, como también algunos regalos que le hiciera Aguilar Garza.

Cuando en los primeros días del mes de agosto de 1993, supervisores de la Administración General de Auditoría Fiscal de la SHCP, llevaron a cabo una investigación a los libros contables del periódico El Mañana de Nuevo Laredo, Mauricio escribió un editorial titulado "Terrorismo Fiscal" en defensa de su amiga, aprovechando el espacio del mismo diario. Exponía entre otras cosas, en un estilo periodístico que siempre fue confuso:

"Es evidente que la intención de Hacienda es aterrorizar, amedrentar e intimidar a Ninfa Deándar por ser propietaria y directora general de uno de los periódicos más independientes de México. El encargado de ese departamento de Goebbels anda mal informado. No sabe que la gente de Nuevo Laredo, por torpes declaraciones y lo que se siente como promesas falsas, se ha vuelto perredista -así lo demuestran las encuestas- y va a enfurecer más si se siente que solapadamente tratan de intimidar su periódico un torpe funcionario es quien lo ordenó. Al doctor Aspe le corresponde, como pre-candidato, hacerle saber que él también sabe de política".

Tomando por su cuenta el asunto, el escritor dejaba ver una expresión de indignación manifiesta, pinchando de paso las costillas de Pedro Aspe Armella, en este tiempo titular de la SHCP. El editorialista neolaredense, que en ese entonces compartía casa y comida con Ninfa Deándar Martínez en su residencia de la colonia Madero, defendía con su agresiva pluma el feudo de donde salían sus gastos personales y las oportunidades para compensar sus angustias que le ocasionaba la gente de José López Portillo ante la advertencia de la hermana de éste, Margarita, quien le dijo que el gobierno lo quería matar.

"El fascismo empieza por el terrorismo. Además el pueblo de México paga tantos impuestos que por ello vive en la miseria. Es una crisis que el gobierno le endosó al pueblo".

Mauricio estaba enojado por lo que le pasaba a Ninfa Deándar. De esa manera, no había otra, le agradecía  los apoyos que de toda clase había recibido cuando estaba autoexiliado en Falfurrias, Texas, así como el regalo de una casa de mil metros cuadrados ubicada frente al periódico que en un tiempo perteneció al ganadero Eloy Uribe, y que cuando vino el pleito entre ambos se la quitaron y derrumbaron para convertir el terreno en estacionamiento.

Aunque se mencionó que esta casa fue un regalo del ingeniero Arturo Cortés Villada cuando éste era alcalde, éste a su vez lo niega.

Para rematar su inconformidad, Mauricio González de la Garza  golpeaba de manera directa llevándose de encuentro el pensar de la ciudadanía neolaredense por lo que le estaba sucediendo a Ninfa.


"¿Y al gobierno quién le hace auditorías?, ¿por qué no le hacen auditoría ni siquiera a los últimos presidentes de México?".

La defensa de Mauricio era obvia, pues por conducto de Ninfa se había hecho también de una casa en Cuernavaca y un par de departamentos en el Distrito Federal que adquiriera Carlos Aguilar Garza. Pero vino la ruptura.

A petición de su hijo Heriberto Cantú  Deándar, Ninfa se deshizo del escritor, quien, como es cosa de percepción femenina sospechaba que el columnista estaba metiendo la nariz en muchos de los asuntos privados y por lo tanto "sabía demasiado"; le fue bien a Mauricio, pues los Deándar tan sólo desbarataron el compromiso laboral que tenían con él.

En el momento en que Heriberto Cantú Deándar le anunció su retiro de las páginas de El Mañana, el editorialista reaccionó manejando parábolas siniestras, quejándose de humillaciones en su contra, recusando incomprensiones en su calidad de intelectual reconocido a nivel nacional.
Escribió, dolido y desilusionado aquel 10 de junio de 1996 en una columna titulada "De Mar a Mar" enviada a El Diario:

"Me habló el hijo de una amiga para anunciarme la mala noticia de que había muerto su mamá. No que hubiera muerto físicamente, sino de algo peor, que él, el hijo, ya la había despojado de la dirección general de su periódico y que a partir de ese momento, él orgulloso y prepotente, como suelen ser los tontos, pasaba a ser el todopoderoso dueño de la opinión de los neolaredenses y que ya no necesitaba mis colaboraciones".

En un diálogo sostenido con el licenciado Feliciano Guerra Aradillas que se publicó el 6 de octubre de 1996 en El Mañana, justo cuando llegaron las cenizas del escritor fallecido en la Ciudad de México tres meses  antes para ser depositadas en un cementerio local, Ninfa señaló: "Recuerdo que Mauricio daba brincos de gusto porque mi hijo Heriberto había reprobado a un presidente de la república (Carlos Salinas de Gortari), dijo: "Aquí está un gran periodista,
Heriberto".

En Mauricio desaparecieron las carcajadas que por un tiempo había diseminado en el interior de la residencia de Jalisco 2106.

"Como yo le había ayudado a su madre a hacerlo director a él y hasta que modificara su testamento para que él fuera el que más acciones tuviera, me di cuenta del grave error, del gravísimo error en el que yo, solicitado por ella, le había auxiliado".

Los destapes de Mauricio iban marcado la pauta de su columna en donde se incluía él mismo como cómplice de un hecho que en esos momentos afectaba al resto de los Deándar al estirar la cobija familiar manejando de paso los dicterios para defenderse del desdén, de la actitud asumida por sus antiguos amigos.

"El golpe fue tal vez más doloroso que si me hubiera anunciado su muerte física. Quería decir que a una mujer que yo había tomado por fuerte y valiosa, la había convertido en una muñeca de trapo y la manejaba a su gusto, capricho y antojo. A base de chantaje,  claro".

Como si este tipo de situaciones ya las había vivido el experimentado escritor, en su libro Carta a Miguel de la Madrid, escribió:


"Vender el alma al diablo es un rango ontológico, vendérsela a un pobre diablo es una degradación de la que no te salva ni las lentejuelas, ni los premios, ni las sonrisas presidenciables, ni el aplauso de los que no se respetan ni a sí mismos. Además no es la prostitución de una mujer que sólo daña su cuerpo y su alma, es la prostitución de una vocación  de una profesión".

Resentimiento. Mauricio estaba acostumbrado a dejar salas de redacción importantes, y por lo tanto, no soportaba que el director  de un periódico de provincia lo defenestrara  con una simple llamada telefónica.

"Pero esto no era sólo, el maquiavelito tropical, me llamó cuando ya tenía en sus manos mi artículo donde anunciaba que estaba enfermo. Quería pues, como lo hacen los cobardes, aprovechar la ocasión para provocarme un ataque cardíaco y deshacerse de un tajo de su madre y del mejor amigo que su madre ha tenido en su vida. Y el miserable asesino en potencia, por poco, por poquito lo logra. Planeaba el crimen perfecto. Todo arreglado, según una llamada de Ciudad Victoria donde se me hacía saber que eso se había arreglado mediante una transacción. Lo que más coraje me dio fue el que se aprovechara el que estaba fuera de mi casa, en un hotel, fuera de mi horizonte natural y lejos de mi familia. Pero eso es sólo un deseo criminal, que a mi edad, no tiene importancia".

Para finalizar, la acusación directa: el factor buscado o informado para que los Deándar ya no aceptaran sus escritos.

"Lo humillante, si es cierto, como me aseguraron personas confiables, es lo barato en que me vendieron. No fue,  según me según me informaron, por una cantidad digna de mi sino, según me valoro yo -la amistad no tiene precio- fue por una bicoca. Apenas 150 mil dólares".

El escritor había escrito en su libro "El Fin del Reino", o más bien reproducido una  columna titulada "Pétalos Mariachis y Cencerros", algo que pudiera acomodarse a los acontecimientos que le molestaban pese haberla elaborado en 1977.

"Lo más fácil, lo más cómodo, lo más sencillo es culpar a otros de nuestras  fallas, de nuestras carencias, de nuestros defectos, de nuestras debilidades y sobre todo de nuestras cobardías. Hasta los perros apaleados de cuando en cuando, por lo menos, muestran sus colmillos.

Sin embargo, y ya publicando sus colaboraciones en otros periódicos, Mauricio González de la Garza siguió escribiendo artículos con dedicatorias. A consecuencia del temprano destape de Ninfa como pre-candidata a la presidencia municipal por Nuevo Laredo abanderada por partidos opositores al PRI, el columnista empezó a mencionar el caso de la editora, como lo hizo el 18 de mayo de 1995 en el artículo "Las Presidencias Municipales".

"La cualidad más importante de un presidente municipal es esa cosa dificilísima que se llama "autoridad moral". Lo único que le da a una persona "autoridad moral" es la consistencia, la persistencia y la concordancia interior de una conducta intachable. No se trata de que haya ángeles en los puestos públicos, pero tampoco Marías Magdalenas. A esas que las santifiquen después de años de mortificación y limpieza, de comprobada vida de entrega a Dios, a la penitencia y a una vida ejemplar, porque la prostitución y sus variaciones , sea un oficio muy antiguo no por ello dignifica".

En el mismo libro señalado con antelación, Mauricio reprodujo un artículo como si su inspiración posteriormente viajara a través del túnel del tiempo debido a que lo tituló "Ya las dio".

"Ya las dio. Ni modo. A veces hay que darlas. Por muy machos que canten los mariachis que somos los mexicanos a veces; hay que darlas. Si es cosa de vida o muerte, pues hay que quedarse vivo. Se puedan dar con elegancia, se pueden dar con discreción, se pueden dar entre vinos rojos y aromas. Dicen que en el pedir está el dar".

Tras estas líneas, el escritor marcaba nuevamente las diferencias femeninas en cuanto al aspecto moral el mensaje del rencor, la venganza respaldada en lo que conoció de Ninfa.

Compara:

"La Tigresa, curiosamente nunca ha sido una mujer de mala reputación real. Es ella la que se fabrica un mundo de extraña locura y extravagancias  para llamar la atención.
En primer lugar es licenciada en Derecho, y en segundo, basta oírla en serio, para enterarse de que es muy inteligente y muy sensata.

Su vulgaridad es un truco publicitario. ¿Dónde están sus amantes?  Si tuvo alguno, como intenta hacer creer, porque jamás ha dicho el nombre, fue un presidente de la república, no un asesino, un ladrón, un malviviente o un narcotraficante.

Nadie mejor que lo que Mauricio conocía. Después de estos señalamientos, el editorialista en cuestión propiciaba el consejo, la reflexión venenosa, el desquite.

"Pero es difícil pensar en La Tigresa como presidenta municipal. Las mujeres con pasados turbios, ya sean por liviandad, por inventado amor o por conveniencia, lo mejor que puede hacer es quedarse en casa porque no se trata de convertir las presidencias municipales en prostíbulos o en casas de citas. Si lo han sido, por lo menos políticamente, deben dejar de serlo".

La amistad antes envuelta en franquezas y opiniones afines entre Mauricio González de la Garza y Ninfa Deándar Martínez, quedaron  al fin en circunloquios en donde ambos se desnudaron por las intimidades que se confesaron  y vivieron en tiempos diversos; él como formador y normador  de la opinión, ella como una editora sin mando.

En 1996 Mauricio aceptó la invitación de la alcaldesa Mónica García Velázquez para hacerse cargo, a larga distancia de la presidencia del Consejo Municipal para  la Cultura y las
Artes. El 31 de marzo, de manos de Manuel Cavazos Lerma, quien "lo compró" por 150 mil dólares, recibió el nombramiento. Sin embargo para abril el escritor ya había reanudado sus amistad con la editora, pero el 2 de julio de ese mismo año Mauricio falleció en la ciudad de México.

"El 10 de octubre Manuel Cavazos Lerma cortó el listón de una plaza recreativa en donde se develó el busto del escritor, con el nombre de "Polvo Enamorado", el cual fue cambiado en junio de 1998 por el de "150 Aniversario" aduciéndose que el primer nombre se sigue conservado aunque otros dicen lo contrario.

Ninfa Deándar Martínez, no asistió a las exequias de Mauricio González de la Garza. Ese día, el 6 de octubre, publicó en su periódico un aviso, decía:

Mauricio:

Bienvenido a tu tierra

A la familia González de la Garza, le recuerdo que estoy no en presencia física, más sí en espíritu como toda la vida con ustedes.

Con el cariño de siempre.

Ninfa Deándar Martínez.

5. LA FAMILIA DEÁNDAR Y EL NARCOTRÁFICO

La Traición Consanguínea de Ninfa

En el año de 1982 Ninfa Deándar Martínez conoce al entonces Coordinador Regional de la Zona Noreste de las Agencias de Ministerio Público Federal de la PGR, licenciado José Carlos Aguilar Garza, antes encargado de la Campaña Permanente Contra el Narcotráfico (Operación Cóndor). Amistad que se convierte en sociedad que dura hasta 1987 cuando éste funda el periódico El Águila, nombre sugerido por Mauricio González de la Garza, mismo que al llegar a Nuevo Laredo arrastraba una acusación de haber amenazado de muerte al periodista sinaloense Jesús Michel Jacobo, miembro del programa de Agravios contra Periodistas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Aguilar Garza había renunciado a la PGR en 1984 para dedicarse a los negocios hoteleros luego de ligarse al narcotráfico, y a raíz de un accidente aéreo ocurrido el 7 de febrero de 1985 que lo deja minusválido, se dedicó a la compra de periódicos tanto en Nuevo Laredo como en Matamoros.

Un informe oficial señala en mayo de 1995.

"En el transcurso de su relación (con NDM), Aguilar Garza apoyó económicamente a la empresa Editora Argos, S.A. de C.V:, para que el inmueble del periódico El Mañana y toda su maquinaria , incluyendo su rotativa , fueran remodelados. La opinión popular comenta que ahí había lavado de dinero. En 1985 Ninfa le cede a José Carlos, en préstamo, el vespertino La Tarde, ya que éste se había percatado de la importancia de los medios de comunicación y su influencia y quería incursionar en ellos".

En su edición del 6 al 12 de septiembre de 1993, el semanario Noticias del Golfo con sede en Ciudad Victoria, y de circulación estatal, en la columna Pulso Estatal publicó:

"La Ninfa que se conoce en el submundo es otra; otra muy diferente. Se ha llegado a decir de ella que es adicta a la cocaína, que lava dólares del narcotráfico y que tuvo relaciones más que económicas con Carlos Aguilar Garza".

El primero de febrero de 1993, cuando asesinan a José Carlos Aguilar Garza, se mencionó con insistencia que su muerte había sido ordenada por Juan García Ábrego, entonces jefe del  Cártel del Golfo, pero a raíz de un cateo que se hiciera en la casa de la señora Diana Bath de González  por parte de la Policía Judicial del Estado, el 31 de agosto de ese año, la hija de ésta y hermana de los González Bath , Alma, declara ante los reporteros de Eco-Televisa y corresponsales que "Ninfa mandó matar a Carlos Aguilar".

En esa fecha, la madre de los González Bath señaló que "Ninfa y sus amantes mataron al licenciado Del Bosque" y la noticia salió al aire en el programa 24 Horas de la Tarde de Abraham Zabludowsky; la voz del corresponsal Primitivo López, definió:

"Alma González Bath acusó a la propietaria del periódico local El Mañana, Ninfa Deándar Martínez, de ser la autora intelectual del asesinato del coordinador de la Procuraduría General de la República, Carlos Aguilar Garza".

Los hechos narraban un enfrentamiento entre las bandas de narcotraficantes más buscadas por la DEA y el FBI: los González Bath y "Los Texas" (hermanos Martínez Herrera) en el crucero de Guerrero y Lincoln, en donde hicieron acto de presencia 130 elementos de las diversas corporaciones policiacas.

La búsqueda de los participantes de esa gresca llegó a la residencia de Diana Bath de González, madre de los González Bath, en Juan F. de la Garza 620. La crónica de El Universal del primero de septiembre de 1993, describe:

"Alma González Bath, quien fuera detenida el sábado pasado en Monterrey, Nuevo León, junto con nueve miembros de la banda de su hermano por el cargo de asaltabancos y quien obtuvo su libertad, acusó esta tarde a la propietaria del periódico El Mañana de Nuevo Laredo, Ninfa Deándar Martínez de ser la autora intelectual del asesinato de Carlos Aguilar Garza, ex coordinador de la lucha contra el narcotráfico de la Procuraduría General de la República...

Se agregó en el mismo cuerpo de la nota:

"Aguilar Garza fue muerto de un disparo en la cabeza, en un atentado ocurrido el pasado primero de febrero del año en curso. El periódico El Mañana de Nuevo Laredo actualmente enfrenta una auditoría por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y una investigación por la Procuraduría General de la República. Alma González Bath dijo, ante reporteros y el corresponsal de El Universal que "fue (Deándar Martínez) quien mandó asesinar a Carlos Aguilar".

Por su parte, la señora Diana Bath de González declaraba ante los reporteros de todos los medios informativos que "Ninfa y sus amantes mataron al licenciado Del Bosque".

El licenciado Miguel Agustín del Bosque fue asesinado en una emboscada nocturna, siendo socio de Carlos Aguilar Garza y siempre se hicieron señalamientos de que éste había sido su verdugo en el crimen, precisamente en los días en que la editora mantenía estrechas relaciones amistosas con el ex coordinador de la PGR, después metido a capo del narcotráfico y editor de periódicos en Nuevo Laredo y Matamoros.

La información de El Universal terminaba de la siguiente manera:

"En tono molesto (doña Diana) expresó: "Ya son varias veces las que me han hecho (los medios de información) de todo se quieren limpiar con Jaime (su hijo). Se limpia Ninfa Deándar Martínez, propietaria delos periódicos El Mañana y La Tarde y sus amantes y lo acusan de homicidios que él no ha cometido".

Con la difusión de estas informaciones, Ninfa Deándar Martínez, según nos lo confió el corresponsal Primitivo López, se dirigió a la ciudad de México para refutar las declaraciones de Diana Bath de González y Alma González Bath, pero tanto Televisa como El Universal, le señalaron que contaban con el video y el audio de las citadas acusaciones enviadas por su corresponsal, y no tuvo más remedio que aceptar lo expuesto y regresar a Nuevo Laredo.

La historia recogida por los medios relacionada con la enemistad con los González Bath y Martínez Herrera, databa desde 1985, cuando los primeros fueron acusados, a través de El Mañana y La Tarde, de haber sido los asesinos de su cuñado Narciso Cruz Gaytán en Bolívar y Guerrero. Esto originó que los González Bath amenazaran a la editora con secuestrar a su hija Ninfa Tomasa, la cual fue enviada a España por espacio de dos meses, a la vez que Carlos Aguilar Garza ordenó una vigilancia permanente en el edificio del periódico; todos los guardias estaban armados con metralletas AK-47 (cuerno de chivo) y R-15.

Con respecto a "Los Texas", tanto El Mañana como La Tarde, acusaron a los hermanos Martínez Herrera de haber mandado matar a Julio César García, hijo del dueño de una pizzería. El asunto, así lo entendieron "Los Texas" no era el señalar culpables en un principio, sino el presionarlos para que le entregaran a la dirección de la empresa una mensualidad en dólares, propuesta que no aceptaron los Martínez Herrera; en represalia, Ninfa le pidió a Telemundo, empresa televisora extranjera con filial en Laredo, Texas, KLDO Canal 27, que enviara reporteros del programa Ocurrió Así, en donde incluso Heriberto Cantú Deándar, solicitó una cacería contra "Los Texas".

En cuanto a las represalias que pudiera haber expresado Carlos Aguilar Garza contra Ninfa Deándar por el despojo de una respetable cantidad de dólares, producto de la venta verbal del vespertino La Tarde, éstas se frenaron ante el misterioso asesinato del capo en el interior de su residencia.

"Otra hipótesis -señala en la misma edición Noticias del Golfo- es que se presume que Aguilar quiso pedir cuentas a la editora de los dólares que desde hace años le invirtió al diario..."

En el libro de Eduardo Valle "El Segundo Disparo" (Editorial Grijalbo 1995) página 159, se señala al tenor:

"Primera evaluación sobre Juan García Ábrego, fechada el 23 de marzo del año en curso (1993), me permito poner a su consideración la lista de personas que deben ser investigadas por la Subprocuraduría de Control de Procesos (PGR)  para efecto de darnos a conocer los procesos en que están involucrados y las correspondientes órdenes de aprehensión".

En estas órdenes de aprehensión, que suman 127, en la lista y concretamente en los números 23, 24 y 25, aparecen los nombres de los hermanos Heriberto, Ninfa y Orlando Martínez (Amador dice el dato del segundo apellido).

Otro aspecto que involucró a Ninfa Deándar Martínez en este aspecto, se presenta el 23 de junio de 1995 cuando es detenido el capo del Cártel del Pacífico, Héctor Luis "El Güero" Palma Salazar.

La aprehensión de "El Güero" Palma se debió a un avionazo en la montaña cercana a Tepic, Nayarit, en donde se desplomó un aparato Lear Jet matrícula AXAASWE de la empresa Aeroservicios Ejecutivos, en el cual viajaba, señalado así por la PGR, el narcotraficante. Esta nave era piloteada por Carlos Eduardo Ruiz Álvarez, primo de Thelma Ruiz, esposa de Rodolfo Nava Villarreal Martínez, primo a la vez de Ninfa por el lado materno.

Ninfa Deándar Martínez (y no Amador como escribió el ahora colaborador de El Mañana), Eduardo Valle (a) El Búho, es hermana de Heriberto y Orlando, de los mismos apellidos, editores de El Mañana y La Tarde de Reynosa: el primero tuvo que huir al extranjero acusado por los delitos contra la salud, tentativa de extorsión, atentado contra las vías de comunicación, defraudación fiscal y otro cargo contra la salud en su modalidad de posesión de sicotrópicos.

6. HERIBERTO Y ORLANDO DEÁNDAR: OTROS INODADOS EN LAS DROGAS

Editora Demar, S.A. de C.V., es una empresa periodística manejada por Heriberto Deándar y su hermano Orlando, la cual edita los periódicos El Mañana y La Tarde en Reynosa, Tamaulipas.

La sorpresa que se dio sobre los hermanos Deándar  Martínez, se presentó el 28 de septiembre de 1993 cuando la Procuraduría General de la República liberó una orden de aprehensión, con base a la averiguación previa penal No. AEMPF/011/93, en contra de Heriberto, Arturo Cantualla Soto, Luis Edgardo Sánchez Zapata, Felipe Milán Hernández, Anacleto Garza de la Garza, Ricardo Vela Moreno, Manuel Moreno Flores, David Garza Mendoza, Joel Cárdenas García, Rogelio Cárdenas García, Esteban Reyes Robledo, Gabriel Reyes Robledo, Benigno Ávila Montes y Guillermina Gallegos viuda de Montes; todos empleados de Editora Demar, S.A. de C.V.

El 27 de octubre de ese mismo año. Arturo Cantualla Soto, director de El Mañana de Reynosa y Felipe Milán Hernández, encargado de la corresponsalía del mismo diario en Río Bravo, presentaron el amparo 401/93, pero dos días después, el juez encargado de la causa, resolvió la formal prisión para los indiciados.

El 7 de noviembre El Mañana de Nuevo Laredo publicó una nota aclaratoria en donde Ninfa, hermana de Heriberto y Orlando, optaba por desligarse del problema de sus fraternos.

EL MAÑANA ACLARA: Editora Argos, S.A. de C.V. empresa periodística que publica El Mañana de Nuevo Laredo, manifiesta su absoluta independencia profesional y de cualquier índole en relación a las otras instituciones o empresas. El Mañana de Nuevo Laredo lamenta las  circunstancias actuales que vive El Mañana de Reynosa y al mismo tiempo aclara que ambos periódicos son editados por distintas empresas , y que no existe entre los dos, semejanza alguna excepto el nombre y su fundador, don Heriberto Deándar Amador".

El semanario Prensa Libre, en su edición local del 8 al 15 de noviembre de 1993, destacó:

"La nota aclaratoria de Editora Argos del domingo 7 de noviembre número 22,763, fue interpretada por los medios de comunicación y periodísticos, como una negación pública de consanguinidad de Ninfa Deándar Martínez con su hermano Heriberto".

En el mismo semanario se anexa la nota relacionada con la acusación en contra de Heriberto Deándar Martínez.

"Los presuntos responsables de los delitos más delicados que conllevan una sanción más severa, entre los que se encuentra delitos contra la salud, huyeron hacia los Estados Unidos de Norteamérica; algunos de ellos (los implicados) abandonaron la República Mexicana desde que se practicaron las primeras investigaciones, específicamente las diligencias de cateo. México está solicitando la extradición de estas personas y ha iniciado ya los trámites legales correspondientes".

Antes de suicidarse el que fuera Subprocurador de la PGR, Mario Ruiz Massieú el 15 de septiembre de 1999, escribió un libro póstumo titulado Entrega Inmediata que fue editado en enero del 2000, en donde publicó 26 cartas dirigidas a funcionarios y personalidades claves relacionadas con la situación que vivió tras el asesinato de su hermano José Francisco aquel 29 de septiembre de 1994.

Llamó la atención que en la misiva destinada a su ex jefe Jorge Carpizo  McGregor, también ex jefe de Eduardo Valle "El Búho", Mario Ruiz Massieú haga el señalamiento siguiente en la página 40.

"De los supuestos narcoperiodistas no pudiste probar tu fanfarronada, aún con diarios de provincia, como El Mañana de Ninfa Deándar, con quienes se decía realmente tenía vínculos con el narcotráfico  preferiste no meterte. (El subrayado es nuestro).


De esta manera, cinco años después  de la publicación del libro "El Segundo Disparo" de Eduardo Valle "El Búho", Mario Ruiz Massieú confirmó las ligas de los Deándar con el crimen organizado, pruebas que no sirvieron y no han servido, y menos ahora con Vicente Fox en la Presidencia de la República, para encarcelarlos.

7. LA EVASIÓN FISCAL Y EL OCULTO LAVADO DE DINERO

A Ninfa le Fallaron los Narcos

El inesperado progreso de El Mañana y La Tarde de Nuevo Laredo, y El Mañana y La Tarde de Reynosa, rotativos que por muchos años atrás habían sido rentados y manejados por distintas personas debido a su insolvencia económica y enredos financieros de su fundador Heriberto Deándar Amador, de repente fueron transformados y tomaron fuerza en la década de los ochentas, precisamente cuando Ninfa y Heriberto Deándar Martínez hicieron y cimentaron sus contactos externos y diversos.

En esos años muchos sabían de dónde procedía y provenía el dinero. Pero nadie, lógico, se atrevía a decirlo, pues eran tiempos de mafias intocables, de "cuernos de chivo" en acción, de protecciones descaradas, de conexiones subterfugias, verdades que todos conocían y que eran murallas para que la alta sociedad les cerrara a los Deándar las puertas, tuvieron que esperar a que la misma "high society" se involucrara en ese nefasto mundo, para que poco a poco ingresaran por la puerta grande.

Las riquezas de los hermanos Deándar se agrandaron con la amistad íntima de Ninfa y Carlos Aguilar Garza, y su hermano Heriberto con Guillermo González Calderoni. El entonces Coordinador Regional de la Zona Noreste de la PGR, les mostró ese mundo en donde el dinero se toma a puños con tan sólo guardar silencio, pero con los Deándar todo se hacía en forma descarada y rimbombante, hasta que en julio y agosto de 1993 tanto la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como la Procuraduría General de la República,  decidieron incursionar en los cuatro periódicos fronterizos para auditar sus cuentas y de paso, investigar a sus propietarios.

El primero en caer en las manos de los contadores de la Administración  General de Auditoría Fiscal Federal de la SHyCP, fue Heriberto Deándar Martínez. La fecha: 7 de julio de 1993.

La auditoría practicada en los libros contables de El Mañana y La Tarde de Reynosa correspondiente al ejercicio fiscal del primero de enero al 31 de diciembre de 1991, señaló que Heriberto había incurrido en una evasión al declarar ingresos menores a los que realmente había obtenido por la venta de publicidad y ejemplares de periódicos; amén de que no justificaba la opulencia desplegada de la cual hacía alarde ante propios y extraños.

El  monto, de acuerdo al dictamen de la Administración General de Auditoría Fiscal Federal, fue de 976 millones 580 mil  "viejos" pesos, por lo cual se le consideró penalmente responsable de la comisión de un delito de carácter fiscal.

Ante esta situación, el procurador fiscal federal formuló la querella contra Heriberto Deándar Martínez en su carácter de gerente de Editora Demar S.A. de C.V.  el 28 de julio de ese mismo año. Por su parte el acusado decidió presentar una declaración de corrección fiscal aceptando tácitamente con ello el no haber pagado impuestos correspondientes a 1991.

Esta evasión fiscal fue incluida en el expediente de la Procuraduría General de la República relacionada con la averiguación previa AEMPF/011/93 instruida, junto con otros cinco delitos de orden federal, a Heriberto Deándar Martínez, propietario de los dos periódicos mencionados.

Días después, el primero de agosto, los auditores se trasladaron a Nuevo Laredo, y al igual que en Reynosa, iniciaron sus labores de revisión de los libros de El Mañana y La Tarde, pero no tan sólo los correspondientes a 1991, sino también de 1992.

La nota informativa de El Universal del 5 de agosto de 1993 señalaba:

"Auditores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) y peritos contables de la Procuraduría General de la República (PGR) iniciaron una auditoría a la empresa periodística Editora Argos que edita los periódicos El Mañana y La Tarde de Nuevo Laredo.

Detallaba la información:

"La Administración General de Auditoría Fiscal Federal inició sus acciones a las 14:45 horas del pasado martes, según una nota periodística publicada hoy en la sección de Locales del periódico El Mañana de Nuevo Laredo, firmada por su subdirector, Mariano Almanza (...) Se informó que el personal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y PGR habían llegado una semana antes, en un vuelo especial de la Procuraduría General de la República, para realizar la investigación a la empresa periodística, propiedad de la señora Ninfa Deándar Martínez.

Concluía:

"La incertidumbre entre el personal de esa casa editora se apoderó al trascender la auditoría fiscal, ya que la única información que poseen al respecto es la publicada por su propio diario".

La cuantía de esa auditoría fue en el orden de dos mil millones de "viejos" pesos. Una de las primeras medidas dictadas por Ninfa Deándar Martínez para recuperar lo perdido, fue el de frenar los aumentos salariales a los trabajadores de los periódicos y, por supuesto, un despido programado.

Otros recursos, los más afines, fue aumentar las tarifas de los espacios y el valor de los ejemplares, aparte de solicitar subsidios adelantados al gobierno municipal, dinero que percibía para no denunciar las irregularidades de carácter funcional.

Las nostálgicas reuniones con los alcaldes de administraciones pasadas, en donde los invitados a la casa de Ninfa tenían que aportar a la charola un cheque de 50 millones de "viejos" pesos habían pasado a la historia con Horacio Garza Garza, presidente municipal que en un principio la colmó de billetes y que después se le enfrentó no solamente de manera indirecta, sino de frente y con público de por medio, todo ello porque el munícipe no aceptó la petición de mil 200 millones de "viejos" pesos que le exigía en el último año de su primer mandato
(1995).

Así, para abril de 1995, El Mañana registró en sus movimientos económicos una pérdida de 70 millones de "viejos" pesos, que aunque era una ínfima cantidad, si se toma en cuenta la habilidad de la editora para obtener dinero con facilidad, no dejaba de ser una pérdida.

El golpe que los Deándar recibieron por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ameritaba en toda causa una venganza contra el entonces titular Pedro Aspe Armella y todos aquellos que se significaban  en alguna forma con el presidente Salinas. Quien estuvo siempre cerca de la mira y por ser parte del estado en que operaban sus rotativos, como los de Heriberto, fue Manuel Cavazos Lerma y hacia él fueron dirigidos primordialmente sus cañones de ataque a base de periodicazos, labor de la cual no ha descansado a la fecha, aun cuando MCL ya no es gobernador de la entidad.