Las Rejas los Enloqueció más
Tras de perder las elecciones constitucionales de 1995, Ninfa Deándar Martínez, Heriberto Cantú Deándar y su empleado Jesús López Tapia, acicateados por Cantú Rosas (y desde luego por cuenta propia) iniciaron una campaña injuriosa y difamatoria en contra de la alcaldesa Antonia Mónica García Velázquez y su familia, en donde curándose en salud, la acusó de consumir drogas cuando el 16 de junio de 1996 ésta fue internada en la Clínica de Especialidades por una infección de enterocolitis.
Sin embargo en notas periodísticas aparecidas el día 29 de septiembre y primero de octubre de 1996, los Deándar publicaron en El Mañana y La Tarde, que la internación de García Velázquez, fechada el 20 de julio se debió al consumo de drogas, con "cabezas" de " Revelan la adicción de Mónica" "Por salud mental: ¿qué sucedió? "Crisis nerviosa o drogas" y "Por crisis nerviosa la internan en la Clínica de Especialidades".
Meses antes, al inicio ese año, la editora y sus hijos comenzaron una serie de ataques contra Mónica García Velázquez, preparando primeramente el terreno haciéndose pasar por víctimas de agresiones, espionajes y amenazas con el acostumbrado delirio de persecución, así, el 31 de marzo de ese año, con fecha del día anterior, Ninfa publicó en media plana de El Mañana, una carta abierta "respaldada con las firmas de 60 mil ciudadanos que protestan por el fraude electoral" y "más de 300 familias de diferentes países de América y Europa que respaldan la lucha de la libertad de expresión e impiden actos criminales contra la editora sus hijos y demás colaboradores".
Acostumbrados también sus lectores a sus locuras y expresiones derivadas del consumo de drogas, Ninfa inicia su mensaje con un "Quisiera en estos momentos que el Cosmos me dotara con la palabra más sublime", agradeciendo el apoyo ante "las amenazas de muerte que hemos recibido por parte de un gobierno represor y pervertido que sufrimos los tamaulipecos".
Y termina: "Gracias mil, porque sin su apoyo quizás yo no estuviera escribiendo esta carta". Así de simple su salvoconducto personal.
Sin embargo, los Deándar y sus colaboradores volvieron con sus injurias y falsas informaciones, como la aparecida el 3 de mayo del año mencionado con la cabeza "Propone el DIF la eutanasia", una nota firmada por Jesús López Tapia en donde se involucra a una madre de familia, Josefina Mercado, en un supuesto diálogo con la señora Antonia Velásquez de García, titular del DIF y madre de Mónica, en la cual la segunda propone la aplicación de una inyección letal a un hijo de la primera por padecer el síndrome de Down y ser por ello hiperactivo, y claro, como es su costumbre, involucró a instituciones, iglesia y todo aquello que significara una posible confirmación a sus escandalosas notas, desechando las publicadas en otros medios por la sencilla razón de que "la libertad de expresión es una conquista diaria aquí en El Mañana", o sea, nada más ella y sus hijos son los mejores exponentes de la libertad de expresión.
Para el primero de julio, la demencial campaña la ubica en señalar que el narcotráfico había penetrado en el Ayuntamiento y publica una nota firmada por sus escuderos Jesús López Tapia y Raymundo Ramos, señalando en uno de los párrafos: "Mónica se inclinó con una mano dura contra la ciudadanía y con la otra extendió su saludo a dos de las bandas de narcotraficantes más fuertes, "Los Texas" y Juan Chapa".
Y los ataques siguieron hasta que el día 3 de octubre Mónica García Velázquez convocó a los representantes de las fuerzas vivas y apoyada por el Cabildo, decidió presentar una demanda judicial contra Ninfa Deándar Martínez, sus hijos, Ramón, Heriberto y Ninfa Tomasa, así como sus empleados Jesús López Tapia y Raymundo Ramos, éste último ahora con una representación "balín" de derechos humanos y actualmente aspirante a regidor en la fórmula del Tico Cantú.
Como era de esperarse Ninfa le echó la culpa a los editorialistas Carlos Ramírez y Manú Dornbierer, colaboradores suyos y a Mariano García de la revista Multicosas, mismos que habían tomado nota de las publicaciones de El Mañana para elaborar artículos en contra de la alcaldesa.
De esta manera el fiscal Martín Lozano Méndez le solicita el día 14 de octubre al comandante de la Policía Judicial del Estado, Juan José Muñiz Salinas que proceda a llevar el oficio de presentación a los difamantes.
La opinión editorial del 16 de octubre describe: "Respetuosos de la Constitución y de las leyes que de ella emanan, los directivos de El Mañana se presentan hoy ante la Agencia del Ministerio Público (...) Qué bueno que los conflictos se diriman de acuerdo al estado de Derecho y a las leyes, pero que junto a este proceso legal se acompañen prácticas de acoso, intimidación y amenazas contra la propietaria de este matutino".
De nuevo los acosos, intimidaciones y amenazas (ya no de fantasmas), y luego el golpe acostumbrado: "¿Por qué no demuestra Antonia M., (nótese que no se pone el nombre completo y apellidos de la alcaldesa) que no es adicta a las drogas? (...) no sólo Antonia M., sino el mismo Cavazos Lerma debe someterse al examen antidrogas".
Pero la ley es la ley, y así Ninfa Deándar, sus hijos Ramón y Heriberto, como también sus empleados Jesús López Tapia y Raymundo Ramos, comparecieron ante el titular de la Agencia 2ª. del Ministerio Público, Martín Lozano Méndez, para que respondieran a las acusaciones difamatorias, y con una sonrisa que no podía ocultar su miedo, dijo: " Siempre he luchado y lucharé por defender la libertad de expresión", para agregar recordando sus "vuelos":
"Hay que ponerle alas al alma para reconstruir este país que es nuestro".
Y como siempre, Ninfa buscó el apoyo de sus amigos periodistas que no le siguieron el juego, y hasta le pidió auxilio a la Sociedad Interamericana de Prensa por los "hostigamientos y amenazas" del gobernador hacia su persona.
El día 23 la alcaldesa Mónica García Velázquez se presentó en la Agencia 2ª Investigadora del AMPE para declarar en contra de los Deándar y sus empleados abriéndose la averiguación previa 1439/96, siendo ésta la tercera en el mismo mes.
La detención de Juan Chapa Martínez, acusado de narcotráfico que involucró al ex jefe de la Policía y Tránsito, Héctor Cadena Delgado, les sirvió a los Deándar a volver a su acusaciones periodísticas poniendo en voz del licenciado Francisco León Saldívar, agente tercero del Ministerio Público Federal, el anuncio de "Se girarán unas 20 nuevas órdenes de aprehensión contra funcionarios municipales".
De igual forma aprovecharon la visita del dirigente nacional del PRD Andrés Manuel López Obrador en su visita a Piedras Negras (26 de octubre) para involucrarlo en declaraciones, lo mismo sucedió con Amalia García, entonces secretaria de organización.
Aleccionados nuevamente para hacer las cosas al revés, los Deándar contrataron al abogado pillo (hoy desaparecido por cuestiones del narcotráfico) Miguel Ángel Martínez Sánchez (a) El Justiciero, quien solicitó un careo entre la demandante y los demandados, aspecto que no se dio.
Mientras tanto Ninfa volvió a su "vuelos" y pidió la intervención del Congreso de los Estados Unidos para que interviniera ante el presidente Zedillo "para que inicie una investigación independiente e imparcial en torno a las continuas amenazas de muerte y actos de intimidación en contra de directivos y redactores de El Mañana" ( 7 de noviembre de 1996).
Después de tantos aspavientos, engañifas y falsedades, las autoridades judiciales decidieron entrar en acción, de esta manera Ninfa, su Heriberto (Ramón huyó) y Jesús López Tapia fueron detenidos y llevados a la cárcel la tarde del 13 de noviembre, luego de que el juez José Raúl Rodríguez Órnelas, dentro del expediente 518/996, amparado bajo el oficio 1376/96 expedido por la Agencia 2ª del MPE, por los delitos de ultrajes contra servidores públicos, difamación e injurias.
Eduardo Valle (a) El Búho, colaborador de El Mañana y antes denunciante contra los hermanos Deándar, escribió en su columna La Cuadratura del Círculo del 14 de noviembre:
"Pero no seamos ingenuos; la detención de Ninfa y Heriberto tienen el visto bueno de los "Amigos del Golfo", en Gobernación, Chuayffet y González Parás".
"El Búho", otro de los perseguidos por fantasmas, volteó la tortilla por el pago de su columna. El abogado Martínez Sánchez adujo:
"Es una averiguación amañada porque no hay elementos de prueba", ¿y las publicaciones?
El 27 de agosto de 1999 Heriberto Cantú Deándar acudió ante el fiscal Ricardo Mancillas para denunciar:
Ser víctima de sabotaje y amenazas...
Agregando:
"Varias personas sospechosas que tripulaban vehículos de modelo reciente, algunos de los cuales lo hacían armados".
¿Se heredan los traumas?, ¿y este sujeto quiere ser presidente municipal de Nuevo Laredo?
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