viernes, 16 de septiembre de 2011

8. LOS DEÁNDAR Y SU POLÍTICA SEPARATISTA

A principios de 1994, los periódicos El Mañana de Nuevo Laredo y El Mañana de Reynosa, llevaron a cabo sendas campañas tendientes a promover la separación de la frontera norte  de Tamaulipas del resto de la entidad, argumentando para ello carencias y abandono en cuanto a programas de infraestructura por parte del gobierno estatal.

Como es tradición y de costumbre para fomentar la inestabilidad social, política, laboral y educativa, los Deándar iniciaron su labor de "emancipación" primero en Nuevo Laredo y los municipios de la frontera chica, luego en Reynosa y Matamoros, involucrando en sus redes separatistas a representantes de organismos que al final de cuentas resultaron ser víctimas del engaño de estos eternos editores conflictivos.

Primeramente los Deándar centraron sus ataques en el gobernador Manuel Cavazos Lerma a quien acusaron de ser el promotor de las auditorías que meses antes habían sido objeto  las dos empresas periodísticas por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como el retrasar las obras, descuidar la seguridad pública y no repartir los presupuestos de acuerdo a las necesidades de cada ciudad, incluso hasta se mofaron de las disciplinas personales de meditación y proyectos de calidad total destinados a la burocracia estatal.

¿Qué buscaban los Deándar con estas campañas separatistas?

Simple y sencillamente aprovechar los hechos ocurridos en Chiapas,  en donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional buscaba la separación de aquel estado, cuyo líder, el subcomandante Marcos, pedía también la renuncia del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Los Deándar sabían que al golpear al primer mandatario en estas campañas, también entre el barullo de sus pretensiones igualmente involucraban a Cavazos Lerma, y para justificar su falsa imagen de humanistas, Ninfa organizó una cruzada para reunir ropa y alimento para los chiapanecos; labor que no le costó ni un centavo, pues hasta la transportación de los víveres fue cedida por dueños de camiones de carga para hacer llegar lo reunido a su destino, eso sí, su familia aprovechó los acontecimientos para darse una publicidad a su favor en los momentos en que verdaderamente lo necesitaban, pues la editora ya estaba siendo blanco de las acusaciones relativas a sus nexos con el narcotráfico.

La idea primaria de la independencia fronteriza de Ninfa Deándar fue el de tener como ejemplo de "inconformidad generalizada" la construcción del puente internacional de Colombia, Nuevo León, augurando estallidos sociales y repercusiones que afectarían al Tratado de Libre Comercio.

La estrategia fue la de envolver a gente afín a ella, enviándole reporteros para que captaran su inconformidad a nombre de la iniciativa privada, de esta manera el arquitecto Miguel Garza Salinas, ya fallecido, presidente de la Asociación de Contratistas de Nuevo Laredo, dijo:
"Este municipio debe convertirse en un estado fronterizo independiente porque no pensamos como Tamaulipas".


Luego siguió Ramón Serna Hernández, gerente de la Central de Carga, quien propuso que la idea de crear un estado independiente era necesario someter toda opinión a un plebiscito "para que la comunidad elija libremente el destino del municipio".

Más adelante surgieron declaraciones de Luis Edmundo González Elizondo, entonces presidente de la Asociación de Agentes Aduanales, después regidor priísta y ahora presidente municipal en funciones del actual Ayuntamiento, quien aseveró entre otras cosas, que los 30 millones de nuevos pesos que diariamente captaba la aduana por concepto de impuestos fiscales, no estaban retribuidos fielmente en las arcas del municipio.

Otro paso fue el de inmiscuir personalidades de la ribera norte. Para ello hizo entrevistar a gente enemiga de Cavazos Lerma para insistir en su plan separatista. Con estas intenciones lograron una declaración del licenciado José Oscar Morales Sáenz, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas e Históricas de la Universidad de Kingsville, Texas, con residencia en Miguel Alemán. El profesionista señaló:

"Hay una serie de razones históricas, sociales, culturales y económicas que otorgan la razón al movimiento emancipador surgido en Nuevo Laredo".

Para apoyar la tesis separatista de Ninfa Deándar, El Mañana de Reynosa también inició una labor de zapa para tratar de convencer, ahora en el plano político, a quienes en alguna forma pudieran plantear el asunto a niveles legislativos.

En la edición del 18 de febrero de 1994, El Mañana de Reynosa, en el suplemento Impulso, publicó una entrevista con Reynaldo López Olivares, secretario de Honor y Justicia del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, quien dijo sobre la supuesta emancipación fronteriza:

"Que no nada más La Ribereña y Nuevo Laredo se separen de Tamaulipas, sino el resto de los municipios de la franja fronteriza (sic) incluyendo Matamoros, para así formar un nuevo estado independiente...

Luego agregó:

"En Tamaulipas las cosas están mal y si hay un culpable, éste es el gobernador Manuel Cavazos Lerma, que más que gobernar, se ha dedicado a desgobernar".

Carlos Peña Rojas, puntal de los Deándar en ese tiempo para promover la división de la entidad, escribió en la misma edición de Impulso:

"Nuevo Laredo quiere separarse de Tamaulipas y crear un nuevo estado de la República Mexicana para resolver los problemas de rezago de obras e infraestructura, promesas incumplidas y falta de atención a la gran problemática que enfrentan los ciudadanos de este municipio".

La verdad es que no era la autoridad municipal, ni mucho menos la ciudadanía los que estaban promoviendo la separación, sino Ninfa Deándar, sus hermanos y sus hijos, nadie más.

Sin embargo, las cosas estaban tomando un cariz de escándalo. Tanto El Mañana de Nuevo Laredo, como El Mañana de Reynosa, no descansaban de este objetivo, pues a toda costa pretendían crear un clima separatista con informaciones subliminales.


En un cuestionario que le hicieron llegar al diputado federal panista Fernando Lugo Hernández, el legislador apuntó:

"Si el pueblo de Nuevo Laredo desea convertirse en un estado independiente o anexarse a Nuevo León, esto debe ser tomado en cuenta... (febrero 18 de 1994).

De la misma forma Lugo Hernández añadía sugiriendo que los diputados federales y senadores deberían de plantearlo en el Congreso de la Unión:

"De acuerdo a la Constitución Política del Estado de Tamaulipas, sí es factible".

Nótese cómo en todas las declaraciones y puntos de vista se trató de señalar que era el pueblo de Nuevo Laredo los que pretendían separarse de Tamaulipas, no que los Deándar lo deseaban.

Así, el propósito fraguado en las direcciones de ambos periódicos iba cristalizando en cuanto a su efecto de convencimiento. El esbozo de la maquinación de los Deándar se trasladó luego a encuestas ciudadanas, que por cierto, no llegaban a concretizar debido a que sus estadísticas no contaban con bases sólidas, ya que habían sido concebidas en su carácter tendencioso y confuso.

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